martes, 11 de febrero de 2014

Ficción y no ficción. Tipos de narrador literario.



El periodismo (no ficción) cuenta las cosas que sucedieron o recoge declaraciones tal y como sucedieron, pudiendo ser desmentidas. Por el contrario, la opinión (ficción) es el comentario que el periodista hace sobre aquello que sucede. En la buena prensa (prensa de referencia) la información de una determinada noticia ha de ser la misma aunque la opinión varíe.
Algunos textos periodísticos utilizan recursos de la literatura, contando un hecho real como si se tratase de un hecho imaginario. También hay novelas que se “disfrazan” de reportaje: la novela de no ficción, con obras como A sangre fría de Truman Capote se basa en hechos reales que se estructuran en forma de novela, mezclados con otros ficticios. Por otro lado, la autoficción juega con los límites entre la autobiografía (basada en hechos reales) y la novela. El narrador/protagonista se identifica con el autor, quien entremezcla su vida real con elementos fantásticos.Un ejemplo de una obra primero publicada en los periódicos y luego llevada al libro es Relato de un Náufrago, de Gabriel García Márquez, quien recogió la historia real de un náufrago desde su propio punto de vista, como si él mismo fuera el náufrago.

                El periodismo tiene un lenguaje directo, objetivo, aunque también emplea ciertos elementos literarios para atraer al lector: en muchas ocasiones las crónicas/reportajes utilizan elementos propios de las novelas: diálogo, monólogos, narrador… Existen distintos tipos de narrador, que aparecen tanto en literatura como en el género periodístico:
                -El narrador omnisciente es el tradicional, interviene en la acción y conoce todo lo que ha ocurrido en el pasado y lo que va a suceder en el futuro. Utiliza la tercera persona y son frecuentes las reflexiones mentales.
              -El narrador que se identifica con un personaje es aquel que tiene por tanto un valor de testigo, siendo muy clara la traslación periodística. Ese personaje puede ser un protagonista (como en memorias o autobiografías de ficción) o un personaje secundario, que es un testigo presencial, como en Sherlock Holmes, narrada por el Doctor Watson.
A finales del siglo XIX aparece una innovación en la narración con Henry James y la teoría del punto de vista, según la cual el narrador en tercera persona adopta el punto de viste de uno o de varios personajes, sin ser omnisciente. Esta técnica aporta mayor verosimilitud y cercanía. Un ejemplo es Cinco horas con Mario, que muestra todo a través de la visión de la viuda de Mario, conservadora.
Con esta técnica el narrador puede ser engañoso, como en una novela de Agatha Christie en la que el narrador cuenta la investigación de un crimen en primera persona y, en el último capítulo (narrado por el detective) se descubre que el primer narrador es en realidad el asesino. 
                           -El Narrador objetivo es ajeno a los personajes, por lo que únicamente cumple la función de cámara cinematográfica: cuenta sus acciones sin detenerse en el análisis de sus pensamientos

En el periodismo, al igual que en la literatura, las fases que la retórica clásica estableció para la creación de textos literarios son también necesarias e infranqueables para el éxito de lo escrito:
Inventio: búsqueda del tema (en el periodismo a menudo viene determinado de antemano, pues el autor trabaja para un periódico o agencia determinado).
Dispositio: los contenidos de la inventio se organizan, eligiendo una estructura determinada.
Ellocutio: el paso de los contenidos previos a palabras en forma de texto.

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